Bajo ninguna circunstancia se deben abrir las ventanas permanentemente para ventilar, ya que esto provocaría una pérdida excesiva de calor y un intercambio de aire deficiente. Esto aumentaría automáticamente los gastos de calefacción.
El aire caliente tarda hasta una hora en reemplazar el aire frío, ya que las habitaciones están mucho más frescas que después de una ventilación rápida. Inclinar la ventana enfría las paredes, lo que aumenta el riesgo de moho.
Las ventanas deben mantenerse cerradas para conservar el calor, y durante la temporada de calefacción, manténgalas cerradas por la noche. Las persianas y contraventanas también deben mantenerse bien cerradas. De esta manera, se reduce la pérdida de calor por la noche. ¡Ventile siempre bien por la mañana!